Citando la noticia:
El Consejo Nacional Islámico de Malasia ha emitido un "edicto islámico" o fatua que prohíbe a las mujeres musulmanas comportarse y vestirse como hombres y mantener relaciones sexuales con otras mujeres.
El consejo ha hecho público este edicto después de celebrar una conferencia en la que se analizaron las tendencias homosexuales de algunas jóvenes.
Abdul Shukor Husin, presidente del consejo, argumentó que "muchas mujeres jóvenes admiran la forma en la que se visten, socializan y se comportan los hombres, pero copiándolos violan la naturaleza humana y niegan su feminidad".
La homosexualidad masculina es ilegal en Malasia aunque los expertos consideran que la femenina, al no exisitir previsiones sobre ella en la ley, está técnicamente permitida.
El consejo ha hecho público este edicto después de celebrar una conferencia en la que se analizaron las tendencias homosexuales de algunas jóvenes.
Abdul Shukor Husin, presidente del consejo, argumentó que "muchas mujeres jóvenes admiran la forma en la que se visten, socializan y se comportan los hombres, pero copiándolos violan la naturaleza humana y niegan su feminidad".
La homosexualidad masculina es ilegal en Malasia aunque los expertos consideran que la femenina, al no exisitir previsiones sobre ella en la ley, está técnicamente permitida.
Dos contradicciones en mí:
Alegrarme porque creo que es necesario la visibilidad-estamos hablando de regiones que no tienen nada que ver con nuestras reivindincaciones-y la consiguiente prohibición porque genera conciencia. Genera lucha.
Estas mujeres ya no son invisibles.
Su cuerpo, sus decisiones vitales... se han convertido en sujetos activos a los que se empieza a temer. Es un paso.
Cabrearme al ver lo lejos que estamos de "nuestras hermanas", la triste realidad de pertenecer a mundos diferentes.
la pista en El País
Alegrarme porque creo que es necesario la visibilidad-estamos hablando de regiones que no tienen nada que ver con nuestras reivindincaciones-y la consiguiente prohibición porque genera conciencia. Genera lucha.
Estas mujeres ya no son invisibles.
Su cuerpo, sus decisiones vitales... se han convertido en sujetos activos a los que se empieza a temer. Es un paso.
Cabrearme al ver lo lejos que estamos de "nuestras hermanas", la triste realidad de pertenecer a mundos diferentes.
la pista en El País