lunes, 16 de marzo de 2009

Me estoy quitando

No me tengo por excesivamente pesada cuando un tema me apasiona tanto de forma negativa como positiva. Lo que no quiere decir que para el resto de lxs mortales que me rodean no resulte un verdadero peñazo tener que aguantar estos momentos tan míos.

Sé que las que lo hacéis me queréis, pero sobre todo me asumís. Por lo que os estoy enteramente agradecida y os respondo de igual manera: os quiero mucho y os asumo de forma directamente proporcional. – Por eso, este post es para las que aguantasteis con estoica paciencia mi monólogo viendo la peli de ayer-. Mis más sinceras disculpas.

A lo que voy echo de menos la mano de guionistas tías y feministas en el negocio del Séptimo arte, y ya que estoy las echo de menos en las series, en los telediarios y en los programas de televisión…

Y voy a proponer no verlos. Quitarse de ellos.

Yo soy una ex de la tertulias políticas, de los “realities”, de los programas de deportes que sólo escuchaba cuando “Hora 25” acaba (informativo radiofónico de la Cadena Ser conducido por Angels Barceló y que es de los más decentes).

Y como ex adicta a la basura propongo quitarse de los programas de La Sexta. Que sólo llevan tías buenas, en su papel de idiotas, que tienen un mero papel secundario. Léase “Sé lo que hicisteis” donde sí que la presentadora es mujer, pero a qué precio: uno a uno los co-presentadores la van degradando, insultando, obviando… Donde ellos son los cuerdos, los que saben estar. ¿Por qué no se ha hecho al revés? Que sean ellos los gilipollas.

O el del “El Intermedio” donde es “gracioso” ver cómo el presentador les corta, humillándolas. No pillo las vueltas de tuerca posibles, -¿fallo mío? No lo creo -. Son programas sexistas reflejo de esta sociedad podrida.

Echo de menos un ejercito de mujeres con conciencia, las que pueden acceder laboralmente a este tipo de programas. Echo de menos que les planten cara a los cerdos directivos de estas cadenas y les metan estos asquerosos formatos machistas por el culo en un acto de subversión postpornográfica.