No me molaba nada Pene.
Por qué. No lo sé, me salía de las vísceras.
Podría intentar dar argumentos sólidos, cuestionando pura y llanamente su trabajo, como espectadora que soy.
Pero, no.
Sólo estaría corriendo una cortina de humo. Creo que tiene que ver con las vibraciones del tono de su voz o el haberla visto en un videoclip con “ese flequillo de gitana”. Quién sabe.
El caso es que me he convertido en defensora acérrima de Pene. Mis valores, mi ética, mis principios se han ido por el desagüe de mi baño.
Mi debacle personal. ¿A quién debo tanto? Una vez más a mis compañeros de curro. Por primera vez la he defendido. Con algún amigo, en noches eternas, juré no hacerlo nunca. Qué equivocada estaba...
Así que este post para ellos por sus incontables, irrepetibles y tremendamente aburridas frases heterosexistas.